Biodiesel, Argentina se posiciona como referente a nivel mundial

Artículo publicado en la Revista Multimodal (Mendoza, Argentina)

Autor: Cristian Cuellar

  La industria de biocombustibles gana cada vez más terreno en el campo de las energías renovables. Desde hace unos años Argentina se viene destacando entre los principales actores del sector en el ámbito internacional ¿Cuáles son los factores que posibilitan este panorama favorable para el sector agroexportador?, y ¿cuáles son la limitaciones e inconvenientes que pudieran surgir en esta etapa de favorable crecimiento?

Nuestro país viene manteniendo desde hace tiempo una política destinada al continuo crecimiento del sector agroexportador, y bajo la cual, se han desarrolla- do a su vez, políticas para impulsar la industria de biocombustibles como bioetanol y biodiesel, enfocando la principal atención en este último, para lo cual mediante el Decreto 1396/2001 se establecieron pautas destinadas a favorecer esta industria. Más tarde, en 2006 se aprobó la Ley 26.093 donde se establece un régimen de promoción para los bio- combustibles con incentivos fiscales.

Tanto su producción como su capacidad instalada en el país ha ido en ascenso constante, tal es así que la producción de biodiesel, tuvo un aumento del 2250% desde el año 2006 al 2010, la capacidad instalada aumentó a casi 2.500.000 tn el año pasado, y actualmente pelea por ocupar el tercer lugar como productor mundial. Está siendo tan competitivo o más, que los países pioneros en el desarrollo del biodiesel como Alemania, Francia, Italia, Canadá, o EE.UU., quienes rápida- mente lo encontraron como una alternativa a desarrollar en un futuro, para mitigar la crisis energética en los 70´, a raíz de la suba del petróleo, y que además, presen- taba los siguientes beneficios ecológicos: recurso renovable, biodegradable, reducción en las emisiones sulfurosas y aromáticas, menos contaminante en las emisiones de CO2 (Dióxido de Carbono), para lo cual el Protocolo de Kyoto (iniciado en 1997) tuvo su colaboración en un marco internacional al alentar inversiones para la reducción de efectos contaminantes, donde los países industrializados se comprometieron a reducir para el 2012 un 5% sus emisiones de CO2. Y en cuanto a seguridad, es necesario destacar que el biodiesel posee un punto de inflamación más elevado (150 Cº) que el diesel del petróleo (50 Cº), por lo cual, se reducen importantes riesgos.

De la producción total de soja en el 2010, el 25% se utilizó para biodiesel, lo que demuestra el fuerte crecimiento del sector, que se ha hecho presente en el mercado internacional a partir del año 2007 cuando se comenzó a exportar.

Argentina cuenta en promedio con plantas con una capacidad de producción de 110.000 tn, mientras que en Europa son de alrededor de 90.000 tn, en Brasil 70.000 tn, y alrededor de 46.000 tn en los EE.UU. Se espera que para fines de 2011 Argentina cuente con una capacidad instalada total de más de 3.000.000 de tn, 600.000 tn más que en 2010; este crecimiento ha sido de casi de 24 veces desde el año 2006 al presente. Tal es así que ha ido escalando posiciones entre los prime- ros puestos de productores mundiales. En el 2009 se ubicaba 5º, pasando al 4º en el 2010, y espera consolidarse en el 3º pues- to hacia finales de 2011.

Se esperan inversiones por parte de dos de los principales productores en el país: Cargill y UnitecBio, que anunciaron para este año la construcción de una nueva planta de producción cada uno en la provincia de Santa Fe, provincia que cuenta con alrededor del 80% de la capacidad instalada para el biodiesel en la Argentina. También lo hará BH Combustibles con una planta de menor tamaño.

Sectores implicados en la industria biodiesel

–              Agrícola: Siembra y cosecha de grano.

–              Industrias aceiteras: Producción de aceite.

–              Industria química: Proceso de transesterificación de la materia prima.

–              Empresas petroleras: Mezcla del biodiesel con el gasoil. En este punto podemos destacar algunas ventajas de su uso en los motores: mayor lubricidad, con lo cual se alarga la vida útil del motor y reduce su ruido; también posee, mayor poder disolvente que no permite que se produzca carbonilla u hollín, ni se obstruyan los conductos manteniendo limpio el motor.

–              Cooperativas agrícolas: Uso del biodiesel en tractores y maquinaria agrícola.

–              Industrial: Sustitución del gasoil convencional en motores, quemadores y turbinas.

–              Parques nacionales: Utilización en los medios de transporte.

Factores influyentes en el crecimiento del biodiesel en la Argentina

–              Mercado internacional

Por un lado está el aumento de la demanda europea, ya que le puso límites a las importaciones de biodiesel desde EE.UU denunciando dumping, y además tienen capacidad ociosa en sus plantas debido a problemas en la industria, costos, y obtención de materia prima, ya que por ejemplo en España, se depende de aceites comestibles usados y del girasol, que tiene un precio más elevado que la soja. El aumento de la demanda también se dio debido a las nuevas normas ambientales europeas que impulsan el aumento progresivo de la mezcla del gasoil con el biodiesel.

También se puede destacar la merma de producción de los EEUU debido a su alta dependencia de los subsidios para que sea rentable. Y en otros países como Australia, si bien están impulsando el des- arrollo de biocombustibles, no tienen una legislación clara todavía. Y por último, en Brasil el mercado doméstico absorbe gran parte de su producción. En la Argentina, en cambio, hay materia prima abundante, las economías de escala de las industrias comprometidas con el biodiesel se desarrollan con aceptable grado de eficiencia. Y por parte del Estado, hay constantes propuestas para el rápido impulso de esta industria.

–              Mercado doméstico

Otro factor importante es el del crecimiento de la demanda nacional. En julio de 2010 la Secretaría de Energía publicó la Resolución 554/2010 donde se ampliaba del B5 a B7. Quiere decir una mezcla del gasoil con el biodiesel del 7%, y se planea llevarlo al 10% en el transcurso de este 2011. A esta nueva demanda se suma el plan del Estado para la utilización del biodiesel en centrales térmicas del mercado eléctrico mayorista, buscando reemplazar el gasoil o el gas natural utilizado para producir energía. Lo que a su vez evitará salida de divisas por las importaciones de tales combustibles en ciertas épocas del año. También cabe mencionar el programa GenRen del gobierno nacional, lanzado en mayo de 2009 para generar energía eléctrica por medio de fuentes renovables.

Esta demanda interna surgió como respuesta de parte del Estado para paliar el repentino freno de las compras chinas del aceite de soja, además de sostener el continuo impulso de la actividad agroindustrial mediante generarle valor agrega- do. Además Argentina cuenta con ciertas ventajas para el desarrollo del biodiesel: tierras aptas para el cultivos de oleaginosas; líder en exportación de aceites vegetales, destinando gran parte de su producción al mercado internacional; aumento del mercado interno de biocombustibles; y el visto bueno del gobierno para el des- arrollo de la industria del biodiesel.

¿Una industria sostenible? ¿Cómo?

Como sucede con toda industria, hay un impacto ambiental. La materia prima utilizada en Argentina es la soja, para lo cual hay desmontes en distintas zonas del país para ganar tierras a sembrar, además de reemplazar ciertos cultivos de alimentos para plantarla, y sin olvidar que se es dependiente de la cosecha, la cual depende a su vez de factores climáticos.

En términos generales a nivel mundial, el precio de los granos se ha elevado. Algunos apuntan a la demanda de China, pero sin embargo el aumento de la industria de biocombustibles ha utilizado miles de toneladas de granos del sector alimentario, disminuyendo su oferta y elevando su cotización, además de reemplazar en forma progresiva tierras que estaban des- tinadas a cultivos o ganadería para la alimentación de la población, lo que a su vez reduce el trabajo rural del cual dependen muchas familias que viven en esas áreas; y los grandes afectados terminan siendo los países y sectores más pobres, reduciendo cada vez más sus posibilidades de desarrollo socio – económico.

Otro dato a tener en cuenta, es la especulación financiera que se genera, como los inversores que compran cose- chas futuras en las bolsas de Chicago, logrando tal acción, incidir en el precio de los granos. Por tales motivos, ¿cuán promisoria es la industria de los biocombustibles? Si bien es un planteo a futuro, llegará el momento de revisar la obtención de la materia prima, que a propósito, por estos días se escucha mencionar una alternativa para la soja: la jatropha, que rinde mucho más que la soja, y además no es un grano para consumo humano, como sí los es en el caso de la Argentina la soja, o en el caso de Malasia, el fruto de la palma.

Dada esta situación, ya se piensa en sustitutos como materia prima, por ejemplo las microalgas, utilizadas ya por la empresa Biocombustibles del Chubut en el caso especial de suministro de combustible para el transporte aéreo, como lo hizo con el consorcio internacional EADS para la feria internacional ILA 2010 en donde realizó vuelos demostrativos, y tiene un rendimiento como materia prima, muy superior a la soja y a cualquier otro grano que pueda llegar a ser utilizado para la obtención de aceite vegetal. Otros sustitutos también son las semillas modificadas genéticamente, grasas animales, incluyendo las de pescado, y el aceite comestible ya utilizado.

Algo importante para la sostenibilidad del sector de biocombustibles en la Argentina, son las políticas claras. El año pasado hubo algunos malos entendidos entre el gobierno y los principales productores debido a la Resolución de la Secretaría de Comercio Interior 295/10 que no permitía la suba de precios en los combustibles, lo cuál provocó algunas pérdidas en las Pymes principalmente obligando a algunas a retirarse temporal- mente de escena ya que mientras aumentaba el costo de la materia prima, no podían traspasar el aumento al producto, y las que siguieron en pie fueron las grandes aceiteras que cuentan con una mejor estructura económica. Estas políticas poco claras de idas y vueltas lo primero que logran es frenar las inversiones, algo vital para que prospere esta industria. Al margen de todo esto, se estima que el sector seguirá creciendo a través de las exportaciones y la demanda interna, logrando así un mejor posiciona- miento en el ámbito internacional de las energías renovables.

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