Certificaciones de Normas de Calidad, un plus necesario para acceder a un mercado internacional cada vez mas exigente

Artículo publicado en la Revista Multimodal (Mendoza, Argentina)

Autor: Cristian Cuellar

La globalización, los acuerdos comerciales entre países y bloques regionales, las resoluciones de las instituciones y organismos internacionales, la mayor atención en el cuidado del medio ambiente, el avance de la tecnología, las medidas sanitarias cada vez más exigentes; todo ello ha llevado a desarrollar estándares generales en la composición de bienes y en sus procesos de fabricación, y también en la elaboración de alimentos, dando lugar a lo que llamamos estándares de “normas de calidad”, a las que podríamos definir como las que establecen requisitos mínimos para asegurar una calidad común de productos o servicios.

A nivel interno, cada país tiene su forma de ejercer controles en cuanto a calidad a través de distintos organismos. Pero cuando se trata de que esos estándares de calidad se trasladen de un país a otro en los mismos niveles, se hace necesaria la intervención de otros organismos con trascendencia internacional que avalan se cumplan los requerimientos y compromisos pactados por todos los sujetos involucrados, ya sean fabricantes, proveedores, transportistas y demás participantes dentro del comercio internacional.

A continuación, conozcamos algunas de las  distintas normas de estandarización y calidad más conocidas y utilizadas. El propósito es enfocarnos en sus beneficios y en su importante influencia para acceder a mercados exigentes. Para ello, analizaremos los siguientes puntos:

Tipos de certificaciones y normas de calidad más utilizadas:

 

  • ISO 9000 (donde se encuentran las 9001, 9002 y 9003) apuntan a certificar la gestión de calidad de una organización, ya sea de producción de bienes o servicios con vistas a satisfacción del cliente. Tiene que ver con la estructura organizacional de una empresa. Podríamos decir que ésta norma certifica el contexto en el cuál se desarrolla la producción, elaboración de productos y la prestación de servicios dentro de la organización; por ello, es necesario aclarar que una norma del tipo ISO 9000 no asegura la calidad e inocuidad del producto en sí, para lo cuál es necesario implementar otra normas, algunas de las cuáles se mencionan más adelante.
  • ISO 14001 Gestión ambiental. Tiene que ver con el grado de compromiso de una organización con el medio ambiente, es decir, con las gestiones implementadas en los distintos procesos productivos para reducir el impacto negativo en el medio ambiente derivado de sus actividades de fabricación y elaboración de sus productos.
  • ISO 22000 enfocada a la seguridad en alimentos. Se combinan la norma ISO 9001 y los parámetros del Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP).
  • Norma SA 8000: Tiene que ver con la responsabilidad social; con el grado de cumplimiento o acatamiento en cuanto a derechos humanos y normas de trabajo según los parámetros de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
  • OSHAS 18001: Certifica un sistema de gestión en seguridad y salud ocupacional. Esta norma es aplicable a toda organización que tome medidas en cuanto a la seguridad y salud de sus empleados y terceras partes en relación a los riesgos que se encuentran expuestos en relación a las actividades que realizan.
  • EUREPGAP (EuroRetail Group Good Agricultural Practices) La asociación de minoristas europeos a través de su protocolo de buenas prácticas agrícolas, define los parámetros que los productores de frutas y vegetales deben seguir para obtener productos de calidad según los requerimientos y exigencias del mercado europeo. Incluye MIP ( Manejo Integrado de Plagas) y MIC ( Manejo Integrado de Cultivos).
  • HACCP ( Hazard Análisis and Critical Control Points) Es el sistema de análisis de peligros y puntos críticos de control desarrollado en Dinamarca y adoptado como obligatorio en los EE.UU. y la U.E. Tal análisis está enfocado en las distintas etapas que componen los procesos de la elaboración de alimentos, incluyendo el empaque y el transporte. La implementación de ésta norma requiere previamente la implementación de la BPM ( Buenas Prácticas de Manufactura y POES ( Procedimientos Operativos Estandarizados de Sanitización).
  • AIB ( American Institute of Banking) Instituto tecnológico de EE.UU. que desarrolla y evalúa estándares de fabricación, producción, y almacenamiento y seguridad de los alimentos.

Podemos agregar algunas otras certificaciones de calidad referentes a los alimentos, mayormente utilizadas en el mercado europeo,  pero no menos importantes para otras partes del mundo ya que gozan de un importante reconocimiento mundial, son las siguientes : IFS (Internacional Food Standard) creada por empresas de distribución alemanas y francesas, BRC ( British Retail Consortium) desarrollada por supermercados ingleses,  SQF ( Safe Quality Food) basado en los parámetros de HACCP, es una división del Food Marketing Institute (FMI) de los EE.UU.

Beneficios:  

 El valor agregado que posee un bien o servicio por tener una certificación o sello de norma de calidad, justificará que se pague un mejor precio en el mercado internacional; además, permitirá no solamente poder acceder a mercados exigentes que en su mayoría son los EE.UU. y la UE y otros países industrializados, sino también permite la reducción de costos, que se deriva de la estandarización de los procesos productivos, los cuáles incluyen: los procesos de elaboración o fabricación, la buena gestión de la  organizacional, el cuidado del medio ambiente y la seguridad y salud del personal, y por lo tanto se reducen y minimizan la aparición de sorpresas no deseadas que hacen incurrir en costos, ya sea por siniestros en los lugares físicos donde se desarrolla la actividad, por errores en la  producción o, propios de los empleados al desarrollar sus actividades, ya que mejora la eficiencia operacional. Además, se suma la mejora de imagen y el prestigio de la marca o la empresa dentro del rubro de actividad, el cuál permitirá con el tiempo tener un mayor poder de negociación al momento de querer ganar mercados externos, al momento de conseguir alianzas estratégicas y hasta obtener un acceso más flexible al crédito por la confianza generada.

Teniendo en cuenta que la Argentina es un país exportador en su mayoría de productos agrícolas, el enfoque y la atención en cuanto a contar con estas normas, se hace más relevante en el rubro de los alimentos, ya sean comodities o elaborados, y en cuanto a estos últimos se debe destacar el compromiso de una organización para producir y comercializar alimentos seguros.

Hay que tener en cuenta además que los mercados más exigentes a nivel mundial, no solo pretenden asumir el compromiso de introducir a su mercado productos en óptimas condiciones para el consumo al momento de sus exigencias, sino también en muchos casos, utilizan éste medio como barrera paraarancelaria, a modo de evitar y reducir la competencia con los productores y fabricantes locales de productos iguales o similares, cerrandole las puertas a quienes no posean las certificaciones y sellos de calidad correspondientes. Un ejemplo bien claro y reciente de barrera paraarancelaria es el de la decisión del gobierno chino en Abril pasado, de detener el ingreso del aceite de soga argentino, alegando que no cumple con los requisitos de calidad exigidos por la República Popular China, el motivo sería que a partir del 1º de Abril de 2010, se deberá cumplir con la norma B.T. 1.535/2003, la cuál establece un tope máximo de 100 partes de hexano (solvente químico utilizado para la obtención del aceite de soga) por millón; aunque queda a la vista que la “maniobra”, responde en parte a las trabas impuestas por la Aduana Argentina a la importación de ciertos productos de origen chino.

 

 Procedimientos para obtenerlas :

Será necesario analizar previamente si la empresa cuenta con las condiciones para iniciar un proceso de estandarización, y un financiamiento adecuado para llevarlo adelante. Ello dependerá del tamaño de la organización, la necesidad del momento, y la capacidad para introducir cambios de estructura interna.

Hay que tener en cuenta el mercado con el que vamos a trabajar, a negociar, si tenemos un objetivo específico o bien trataremos de llegar a todo mercado que sea posible. Este análisis es necesario ya que de ello dependerá la gestión de los distintos certificados e implementación de normas de calidad. Si el mercado va a ser uno exigente, conviene obtener los necesarios para poder acceder a ese mercado según el producto y destino; o si por el contrario apuntamos a mercados no tan exigentes, gestionaremos solo lo que nos haga falta para acceder, o, por requerimiento del cliente. Hablamos de hacer éste análisis ya que hay que tener en cuenta que hay costos envueltos, los cuáles deberían ser tomados como inversión si se planea ganar mercados que se puedan mantener en el largo plazo. Tales costos deben estar debidamente justificados al momento de tomar la decisión de implementar las normas de estandarización de calidad.

Luego de tomada la decisión y hecho el análisis de qué normas o certificaciones debemos obtener, el siguiente paso es preparar a la organización para el desarrollo y la implementación de los estándares que nos serán exigidos. Se necesitará del asesoramiento y las gestiones de un organismo que funcionará como consultor y auditor, durante las distintas etapas del proceso de acondicionamiento de espacios y áreas de trabajo. Seguidamente se necesitará de un organismo de “normalización” para obtener los certificados correspondientes, y uno de éstos organismos que realiza ésta tarea es el IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación), el cuál representa a la Argentina ante la ISO (International Organization for Standardization) y reconocido por la Secretaría de Industria, Comercio y Pyme. Otros organismos: Boreau Veritas Argentina, DNV Argentina y TÜV Rheinland.

El mercado internacional se va estandarizando cada vez más y con mayores exigencias, y no solo en los países más industrializados, ya que en cuanto al rubro alimentos, ya es muy difícil vender a cualquier parte del mundo sin al menos alguna certificación de calidad; esto implica, que si se planea participar activamente y con éxito, es necesario adaptarse e incorporar los estándares de normalización internacionales, que deben ser vistos además de como una necesidad, como un deber, al momento de encarar negociaciones de exportación, y con mayor importancia si se trata del sector alimentos.

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