Doha, y una ronda que no termina de cerrarse, ¿cuánto más habrá que esperar?

Artículo publicado en la Revista Multimodal (Mendoza, Argentina)

Autor: Cristian Cuellar

Países desarrollados Vs países en desarrollo. Ambos grupos discuten el ansiado cierre de la ronda de negociación que parece todavía tener un tramo no tan corto para su conclusión. Algunos hablan de fracaso, otros más optimistas dicen que de todas formas se logrará porque hay un compromiso inicial . ¿A qué se debe su estancamiento?. Temas actuales de negociación. Su efecto en Latinoamérica.

Iniciada el 14 de Noviembre en el año 2001 en la capital de Qatar bajo la cuarta conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio), la Ronda de Doha, se manifestó como impulsora del crecimiento de los países en desarrollo y la  inclusión de las economías más pequeñas y vulnerables. A tal fecha, la economía mundial se encontraba golpeada por los efectos del 11 de septiembre en los EE.UU., y la ronda de negociación surgió como un marco de contención para todos aquellos países en desarrollo y menos avanzados que intentaban integrarse al mundo y la globalización.

En su declaración ministerial, sus miembros se comprometen a rechazar todo recurso al proteccionismo, con el compromiso de elevar la capacidad  y la infraestructura que necesitan los países menos desarrollados para poder beneficiarse de la apertura comercial.

Recordemos que las rondas de negociaciones bajo la OMC no se cierran hasta concluir todos los temas contenidos. Son varios temas que forman parte de un todo, por lo tanto hasta que no se termine de negociar el último tema, la ronda de negociación, no se cierra.

Según se deja entrever, durante las distintas reuniones celebradas, el enfoque gira en torno a liberar el comercio, sin tener en cuenta si es un comercio justo o no, en el que se anteponen las necesidades de las grandes potencias a las de los países menos desarrollados, lo que queda en evidencia con solo ver la reacción de algunos grupos de la sociedad cada vez que hay una reunión de líderes bajo el marco de la OMC, con críticas, cuestionamientos y hasta escarches en el mismo lugar donde se llevan a cabo las reuniones, debido a las consecuencias de sus políticas en las regiones menos adelantadas del planeta, acusandose principalmente crisis alimentaria debido al costo cada vez más elevados de los alimentos. Y por tales motivos ya en el 2008 se habló de ´fracaso´ de la Ronda de Doha, lo que ha sido festejado en muchos casos por grupos economistas y no economistas, aludiendo que todos los posibles acuerdos benefician solo a las grandes potencias económicas.

Lo cierto, es que existe un estancamiento de hace rato en la mesa de negociaciones de Doha; incluso Pascal Lamy, el presidente de la OMC, había recomendado suspender las negociaciones. Y tal es así, que han proliferado, y por mucho, los acuerdos bilaterales a falta de un acuerdo global.

Temas que están siendo objeto de discusión:

Agricultura

Como no podía faltar, cuando hay negociaciones entre el Norte y el Sur, es decir, países industrializados y el resto del mundo, aparece siempre en escena el tema agrícola como una muralla difícil de traspasar.

Hay tres aspectos sobre los cuáles se está trabajando, según la declaración ministerial de la ronda:

Subvenciones a la exportación : el compromiso era reducirlas progresivamente hasta eliminarlas totalmente hacia el 2013, incluyendo las formas ocultas con las que actualmente se siguen subvencionando.

En éste aspecto se destaca el concepto de producto “sensible”, al cuál se aplicarían cláusulas de salvaguarda en el caso de que las importaciones comiencen a afectar la producción local. El punto o la cuestión de discusión para este caso es, hasta qué grado o en base a qué parámetros se considera a un producto “sensible”, punto aún lejos de definirse; por ejemplo China e India no se ponen de acuerdo con EE.UU. en lo que consideran ellos “invasión” de importaciones, lo que conlleva aplicar salvaguardas para proteger su economía.

Ayuda interna: tiene que ver con toda aquella ayuda ya sea en forma de crédito o con otros mecanismos que apoya las exportaciones agrícolas de los países desarrollados. Se acordó hasta ahora su reducción, pero no su eliminación. Se permitirían un pequeño porcentaje para las grandes potencias, y un porcentaje un poco mayor para el resto.

Acceso a mercados: está en discusión el porcentaje progresivo de reducción de aranceles que implicaría mayor apertura comercial de parte de los países más desarrollados.

En el comercio agrícola es necesario destacar que la competencia no es igualitaria, los más industrializados utilizan las últimas tecnologías, mientras que los menos industrializados cuentan con apenas una infraestructura básica para sus tareas en el campo.

Servicios

El eje de las negociaciones se basa en reglamentar y dejar bien claro las normas con las cuáles se proceda a liberalizar los servicios y en qué sectores.

Los países desarrollados buscan oportunidades en servicios financieros, telecomunicaciones, energía, servicios de distribución; mientras que los países en desarrollo buscan las oportunidades en turismo, servicios médicos y servicios profesionales, estos últimos incluyen: ingeniería, arquitectura, software.

Existen discusiones puntuales en cuanto al desplazamiento físico de los profesionales, tiempos y requisitos de permanencia; también sobre inversiones y porcentaje de participación sobre capital extranjero.

Propiedad intelectual

El principal punto en cuestión es la discusión sobre la creación de un registro multilateral de indicaciones geográficas para vinos y bebidas espirituosas. El propósito es identificar a ciertos productos con ciertas regiones del mundo. Estas indicaciones geográficas identifican productos que presentan una característica o reputación propia por el hecho de proceder de tal lugar, como ser champagne, o tequila.

Otros puntos en cuestión son:

Extensión de las indicaciones geográficas: es decir, extender a otros productos el nivel de protección del que gozan los productos objeto del registro multilateral mencionado.

Divulgación : que deban divulgar los solicitantes de patentes, el origen del material genético y conocimientos utilizados en sus invenciones, y que también demuestren han conseguido consentimiento previo y comparten los beneficios de manera justa y equitativa.

Antidumping

Tiempo atrás, eran las grandes potencias económicas que aplicaban medidas antidumping; pero actualmente son los países en desarrollo, entre ellos la Argentina, los que están aplicando tales medidas.

Dentro del grupo de negociación sobre “Normas” de la Ronda de Doha, se intenta establecer medidas claras para las investigaciones antidumping, de manera que no sirvan para entorpecer el libre comercio, que no se apliquen injustamente y que no alienten el proteccionismo. Actualmente existe un grupo de 15 países liderado por Japón que se denomina “Amigos de la Negociaciones Antidumping”, todos con potencial exportador. Japón justamente está discutiendo con los EE.UU. por el controversial método que utilizan para calcular aranceles antidumpig.

Acceso a mercados de productos no agrícolas (NAMA)

 

Se negocia la reducción de aranceles y la eliminación de barreras no arancelarias, principalmente para productos con potencial exportar para los países en desarrollo.

Se destacan tres elementos :

1) Reducción de aranceles.

2) Flexibilidad, para países en desarrollo para proteger sus sectores más sensibles ante la rebaja de aranceles.

3) Trato especial, para países menos adelantados y economías vulnerables.

Se están negociando compromisos por parte de los países más industrializados para que otorguen mayores rebajas arancelarias que el resto en cuanto a productos industriales. Otro punto en cuestión en éste campo es el de abordar las medidas muchas veces abusivas por parte de las economías líderes en cuanto a las exigencias de normas, certificaciones, y formalidades aduaneras con el objeto de desalentar las importaciones.

Su incumbencia en la economía Latinoamericana

Latinoamérica, compuesta por países en desarrollo, entre ellos la Argentina y Brasil, y por países menos adelantados y economías pequeñas, podrían acceder a importantes beneficios principalmente en el fuerte de la región, el sector agrícola, aunque para ello, como viene la mano, habría que esperar un “tiempito” más, para que las grandes potencias aflojen un poco aunque sea al momento de tomar sus decisiones.

En cuanto al rubro servicios podemos destacar de Latinoamérica, el turismo y servicios profesionales, incluyamos medicina también, como para competir a nivel mundial. Y por el lado de los países desarrollados intentarían ingresar a la región con más de su fuerte, servicios financieros, telecomunicaciones y energía, ya que actualmente cuentan con importante presencia en servicios en la región.

Para la Argentina y Brasil específicamente, no solo se harían acreedores de beneficios, sino que además deberán otorgarlos a las economías más pequeñas; aunque hubo y habrá casos en que los beneficiados terminan siendo las grandes potencias económicas.

Realmente entonces, no hay un balance claro con el que se pueda llegar a la conclusión de si las negociaciones en la Ronda de Doha pueden inclinarse a favor de la región latinoamericana. Por un lado el acceso al sector agrícola de las grandes economías, devengaría en el ingreso de bienes industriales a la región, ya que con las ganancias de las exportaciones se financiarían las importaciones, entonces los ingresos por las exportaciones volverían a salir por las importaciones, sin saber al día de hoy qué pesará más; solo con políticas claras y firmes se podría lograr una equidad, y la estabilidad política no es un fuerte en Latinoamérica.

¿De qué o de quienes depende llegar a una conclusión en la Ronda de Doha?

Declaraciones como: “la ronda está muerta”, “ha fracasado”, “a nadie le interesa”, hacen pensar que todo pasó al olvido y el que manda ahora es el proteccionismo; más con la debacle económica iniciada en el 2009 y de la que todavía no se sale, a pesar de los optimistas que desde hace varios meses están hablando de reactivación económica, la realidad es que todavía no se volvió a los niveles de crecimiento anteriores a ello.

A pesar de todo, los grandes grupos económicos insisten en que la ronda se cerrara cuanto antes bajo el lema “no está nada acordado hasta que todo esté acordado”. Pero la paradoja es que los mismos que dicen estar comprometidos con ello son los que están menos dispuestos a ceder. Es común escuchar en la sede de la OMC, frases como: “piden mucho, pero dan muy poco a cambio”, “nosotros abrimos nuestro mercado y seguimos pagando altos aranceles”, por parte de los representantes de países en desarrollo y pequeñas economías, en referencia a las grandes potencias, alegando también que están más centradas en sus propios intereses que en aquellos para los cuáles se inició la ronda de negociación: la inclusión al mundo de los menos adelantados y economías vulnerables. Y un ejemplo claro es el hecho de que se viene hablando hace tiempo de agregar valor a los productos provenientes de países en desarrollo, pero cuando esto ocurre, las grandes potencias suben aranceles mediante la aplicación de medidas de salvaguardas y demás métodos para frenar el ingreso a su mercado.

Siendo realistas podemos notar como la UE y los EE.UU., dos de las principales potencias económicas parecen más ocupadas en otros asuntos, como la UE en la ampliación de sus socios, y los EE.UU. en negociar de forma bilateral con algunos países que el de ocuparse de sentarse a negociar beneficios a nivel global.

Con este panorama, ¿estamos a merced de los movimientos de las potencias económicas?, depende únicamente de ellos el cierre de las negociaciones? El futuro de la Ronda de Doha se ve incierto, y en este momento la clave para el crecimiento para los países en desarrollo y las pequeñas economías parece pasar por los acuerdos bilaterales o el fortalecimiento del bloque comercial al que pertenezcan; mientras tanto, la globalización y la ansiada apertura comercial en “stand by”.

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