Venezuela, nuevo socio del Mercosur, ¿se potencia el bloque?

Artículo publicado en la Revista Multimodal (Mendoza, Argentina)

Autor: Cristian Cuellar

  Venezuela ingresa como miembro pleno. Se espera que su aporte reactive y ayude a integrar al bloque, que en los últimos tiempos no era precisamente un modelo de referencia en cuanto a integración económica. ¿Cuanta relevancia tiene este cambio dentro del bloque?, y, ¿en cuánto puede afectar las negociaciones con el resto de las economías mundiales?

Tras un largo período de estancamiento en cuanto a progresos, y poco protagonismo a nivel internacional, el Mercosur produce un cambio que promete ser significativo, mediante ingresar con la categoría de miembro pleno a Venezuela. Las gestiones habían sido iniciadas por el gobierno venezolano en el 2006, pero hubo que esperar un poco, y el ingreso se oficializó mediante la cumbre realizada en Brasilia el pasado 31 de Julio, donde estuvieron presentes los mandatarios de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, tres de los cuatro miembros fundadores y el flamante nuevo miembro pleno. Paraguay no asistió por estar recientemente suspendido.

Si tenemos en cuenta la actualidad por la que estaba pasando el Mercosur, podríamos afirmar que le hacía falta un cambio, una vuelta de tuerca, un giro de timón, pongamos cualquier ejemplo, el hecho es destacar que el camino que estaba transitando era incierto, y que desde su creación en 1991 hasta la fecha no se ha avanzado ni la mitad de lo esperado, especialmente en cuanto a unión aduanera.

El clima entre los socios fundadores estaba sujeto a constantes tenciones, principalmente por las innumerables trabas a las importaciones entre Argentina Y Brasil, siendo afectado también Uruguay. Al querer evitar los efectos de la crisis europea y norteamericana, cada uno venía cerrando de a poco las puertas de su economía.

Ahora se ingresa en otra etapa, con Venezuela como quinto socio parece que hay oportunidad de revertir ese escenario.  Habrá que replantear los objetivos conjuntos, e intentar destrabar esas tenciones que limitan el crecimiento económico del bloque. Este ingreso, es un giro importante en la visión política y económica de Venezuela que siempre ha mirado a los EEUU, Centroamérica y Colombia como sus socios más importantes. Pero es necesario analizar cuanto de positivo tiene el nuevo socio, y cuál es su aporte económico.

El marco de ingreso “legitimo”

La decisión fue “unánime”, Venezuela ingresa como quinto socio del Mercosur. Lo han admitido los socios plenos y fundadores del bloque, Argentina, Brasil y Uruguay.

Tengamos en cuenta que los socios fundadores son cuatro, el restante es Paraguay, pero no ha votado en la reciente cumbre de Brasilia, donde se ha hecho formal el ingreso del país caribeño, por estar suspendido a raíz de la destitución del presidente Fernando Lugo, sobre el cual ha recaído la responsabilidad de un hecho trágico y mediante juicio político se lo ha destituido del cargo. Esta destitución, se ha tomado como carácter de “golpe de estado” por el resto de los socios del Mercosur, los cuales consideran se ha roto el orden democrático y constitucional, motivo por el cual se ha decidido suspender al país en cuestión hasta que el carácter democrático vuelva al país. De esta manera, pareciera que se han hecho las cosas correctamente, pero, hay muchas dudas en cuanto a la legitimidad de la adhesión.

Paraguay afirma que la destitución del presidente fue necesaria y se realizó de manera correcta y no daba lugar a la suspensión en el bloque ni mucho menos a perder su derecho a voto, motivo por el cual ha presentado una demanda ante el TPR (Tribunal Permanente de Revisión) del Mercosur solicitando impugnar la suspensión como miembro pleno, demanda que ha sido rechazada por el TPR. Y además asegura que tal suspensión se produce con el solo objeto de permitir el ingreso de Venezuela, el que ya había sido ratificado por los otros tres socios en el antiguo Protocolo de Adhesión del año 2006, y solo el senado de Paraguay ha votado en contra alegando conductas antidemocráticas del presidente Hugo Chávez, el cuál aseguró que tal senado pertenece a la extrema derecha paraguaya que le hace el juego a los intereses norteamericanos.

Este marco engorroso de ingreso de Venezuela, para algunos muestra un quiebre institucional del Mercosur, y deja dudas en cuanto a si se están respetando  los principios del Tratado de Asunción en donde dice que se necesita la unanimidad de todos los socios para ingresar a otro, pero claro, al estar suspendido Paraguay y no gozar de su derecho a voto, solo quedan tres socios plenos con derecho a voto, y al votar los tres a favor se produce la “unanimidad”.

Todo parece claro para Argentina, Brasil, Uruguay Venezuela; pero en realidad nada está muy claro. La forma en que se dio el ingreso denota una jugada de carácter político más bien que económico. Llega en un momento justo de la campaña electoral de Hugo Chávez, lo que le daría un empuje muy importante a su objetivo de seguir al mando del país.

Las perspectivas de una potencia energética y alimentaria

La economía venezolana aportaría poco más del 10% del PBI del Mercosur, y si tenemos que mencionar su punto fuerte, sin dudarlo podemos decir que es el energético, y  como uno de los mayores productores de petróleo del mundo, y con las mayores reservas del mundo, cerca de un 25% del total, certificadas por la OPEP(Organización de Países Exportadores de Petróleo), donde es miembro fundador, su ingreso aporta un engranaje importante para mantener y dar empuje a la industria de la región. En materia petrolera ya han estado trabajando juntas PDVSA de Venezuela, Enarsa de Argentina y Ancap de Uruguay en la faja petrolífera del Orinoco en el sur de Venezuela en la cuantificación y certificación de reservas de crudo.

El país caribeño se convertiría en la tercera economía del bloque, detrás de Argentina, con la principal diferencia de poseer una balanza comercial superavitaria alta, debido al volumen de sus exportaciones de petróleo, motivo por el cuál es el segundo exportador de la región. Tal margen superavitario es el que le permite importar todo lo que necesita en cuanto a alimentos, y en ese sentido es donde se verían beneficiados sus nuevos socios; ya que el aporte de Venezuela al sector agrícola del Mercosur es por ahora solo del 5 %. Chávez impulsa salir un poco del modelo exportador petrolero e incentivar el desarrollo y crecimiento del sector agrícola, para lo cual  asegura tener millones de hectáreas disponibles en zonas estratégicas, y pretende beneficiarse para ello, del intercambio  en materia técnica, científica y la experiencia que le pueden aportar tanto Argentina como Brasil. De esa manera se potenciaría la competitividad en materia alimentaria que posee la región teniendo en cuenta que todos los socios comparten los ciclos estacionales.

Chávez hace tiempo que viene diciendo de mirar más al sur y no tanto al norte; ha destacado junto con sus colegas del bloque, que la región posee un gran futuro, y que la alianza entre energía y alimentos asegurará una economía más estable y una mejor inserción internacional, ya que se establece una “unión política desde el Caribe a la Patagonia”.

Pero al parecer, no todos en Venezuela opinan y piensan como su presidente. El principal candidato opositor de Hugo Chávez, Henrique Capriles, apoyado en sus declaraciones por el sector industrial privado, asegura que Venezuela no se beneficiaría con el Mercosur dado que no son un país productor y que la situación de la industria en el país es débil, ya que muchas se han cerraron en los últimos años por falta de políticas de incentivos, y que solo son un país exportador de petróleo, y para lo cual no necesitan ninguna asociación, y que  la mayoría de lo que consumen lo deben importar, con el agregado que ahora van a tener que comenzar a desgravar muchos productos, lo que inclinaría más todavía de lo que está, la balanza comercial a favor del resto de los socios, que importan muy poco de Venezuela; y un ejemplo de esto, es el superávit que posee la Argentina, que le exporta maquinaria agrícola, carnes, aceites, productos lácteos y productos farmacéuticos entre los principales rubros. Esta oposición, que además asegura que la desgravación perjudicaría al fisco, parece querer ver solo una cara de la moneda, ya que la reducción de aranceles dentro del Mercosur también beneficiaría a su industria, teniendo en cuenta el gran mercado disponible que ahora tendrán.

Venezuela aspira a concretar proyectos importantes con sus nuevos socios, como la carretera Manaus – Ciudad Guyana, acuerdos PDVSA y Petrobras; también el gasoducto Caracas – Brasilia – Buenos Aires. Chávez firmó recientemente un acuerdo con Brasil por la compra de 20 aviones comerciales al fabricante Embraer; también hubo un acuerdo PDVSA – YPF, y ha tenido conversaciones con distintas automotrices para elevar la producción para exportar al Caribe y el norte de Brasil. Todo ello como muestra de tener potencial y ser un interesante socio para el Mercosur; colaborando con la complementación adecuada para la economía del bloque, asegurando el suministro confiable de petróleo, y con firmes intenciones de elevar la producción de urea, un importante fertilizante para el sector agrícola.

El Mercosur englobaría al 70% de la población de  Sudamérica, y poco más de un 80% del PBI de la misma y quedaría conformado con Brasil como la economía líder seguida por Argentina y Venezuela y las más chicas Uruguay y Paraguay.

El nuevo socio, deberá acomodar su nomenclatura, sus partidas arancelarias que son menos de las que figuran en la nomenclatura del Mercosur. Y deberá adoptar los acuerdos que tiene el bloque con terceros.

Un punto a resolver en un futuro cercano son los controles cambiarios, restricciones de acceso de divisas, problemas con inversionistas para repatriar libremente dividendos. Todo esto no incentiva la inversión extranjera ni para Venezuela, ni para el resto de los socios, además de desmotivar al sector empresario. Para ello Venezuela tendrá un período de adaptación de cuatro años para flexibilizar estos puntos, luego del cuál comenzará a regir el libre comercio con sus socios. Sin embargo se espera que para 2013 ya comience a desgravar en parte en el intercambio de bienes dentro del bloque.

Repercusión en el ámbito internacional

La imagen de Venezuela en el mundo últimamente no es de la mejor, ya que sus afinidades con Irán y Cuba entre otros países, la coloca al margen de la mesa de negociaciones en las que estén presente EE.UU. y países de la UE, ya que entienden que las alianzas del bolivariano no concuerdan de ninguna manera con la política que ellos manejan; según afirman, son alianzas con gobiernos autoritarios que poco tienen en cuenta los derechos humanos y no suelen acatar las disposiciones de los organismos internacionales. Y el hecho es que Venezuela pretende retirarse del sistema de protección de los derechos humanos al anunciar que se saldrá de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Tal actitud ha valido la idea de que sería peligroso y riesgoso su ingreso al Mercosur, y que podría llegar a ser un factor de desestabilización.

Este punto de vista, si bien no es compartido de manera abierta por los presidentes de los estados socios del Mercosur, sí tiene algún apoyo en ciertos sectores del ámbito público y privado en algunos países de Latinoamérica, por ejemplo en el senado paraguayo que justamente por tales motivos mantiene frenado su voto a favor del ingreso, y también en algunos sectores empresarios de la región.

La pregunta es, cuánto puede influir la imagen de Hugo Chávez en las negociaciones trascendentales que deberá mantener el bloque con sus pares en el ámbito internacional. Se lo acusa de haber nacionalizado empresas y tierras y haber ejercido un fuerte control sobre la actividad comercial privada de su país. Y entre otras cosas se ha retirado de la CAN(Comunidad Andina).

En este momento los puntos a favor parecen ser más para Chávez que para el Mercosur, que ganaría prestigio por la asociación con un bloque comercial integrado por Brasil, una de las economías emergentes que conforman el BRIC(Brasil, Rusia, India y China), y con tal asociación  dejaría de ser el “patio trasero de EEUU” como él mismo lo ha dicho en varias oportunidades. Para él, “es una victoria sobre los EEUU”, que ha fracasado en su intento de lograr el  ALCA.  Con el ingreso al Mercosur, se dice, busca apoyo para enfrentar al imperialismo.

Por lo tanto, la incorporación del nuevo socio, abre un abanico de preguntas: ¿cuestiones políticas?, ¿cuestiones económicas? , ¿afianzar lazos de amistad?

La decisión tomada por Argentina, Brasil y Uruguay, denota una acción de índole política más que de índole económica y comercial, teniendo en cuenta los problemas e incertidumbre que atraviesan las grandes economías, y que América Latina como dijo en una de las últimas reuniones José Mujica: “la estamos llevando bien”, surge la oportunidad de aprovechar el momento para la región, y mostrarse fuerte, unida e integrada; más allá de que cada uno tenga sus propias cuestiones internas que resolver. Y así lo interpretaba la presidenta Cristina Fernández que afirmaba durante la reunión de admisión del nuevo socio, que “el ingreso de Venezuela fortalece a la región, más allá del Mercosur”. También asoma la oportunidad para seguir ampliando el bloque, con la entrada quizá de Ecuador, otro país productor de petróleo y de Bolivia, podrían ser los próximos.

El ansiado cambio que le hacía falta al Mercosur parece haber llegado, no quizás de la mejor manera, pero un cambio al fin, y  para ver resultados en materia económica habrá que esperar;  por lo pronto en materia política, ya se muestra al mundo un mensaje de una Sudamérica más unida, integrándose, y con futuro prometedor.

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